Saltar al contenido

Oración a San Rafael para bendecir a los hijos

Oración a San Rafael

Una oración a San Rafael siempre es una buena idea para lanzar bendiciones  a nuestros hijos, ya que como padre o madre que somos los queremos ver bien. Obviamente para ellos los ayudamos de muchas formas, pero en ciertos casos podemos llegar a sentirnos impotentes, porque simplemente no podemos protegerlos.

Esto último es algo completamente entendible, ya que no podemos estar siempre con ellos y tenemos que dejarlos tener su propia vida. Sin embargo, esto no quiere decir que no podamos ayudarlos de otra forma, es aquí donde entra esta efectiva oración a San Rafael para bendecir a los hijos.

👉 Oración a San Rafael para bendecir a nuestro hijos 👉 

Contenido

Oración a San Rafael para bendecir a nuestro hijos

Mi Ángel San Rafael

Mi Bondadoso y fiel guía espiritual,

vengo ante ti con mi corazón humilde

lleno de amor y devoción

en búsqueda de tu divino poder y misericordia.

Profesas la oración y el ayuno

para practicar el bien y no tropezar con el mal,

por eso esta oración

es en honor a tu nombre.

Además estas muy cerca de Dios,

por eso él te concede el beneficio de bendecir

a quien aclama a tu poder,

eres su asistente y mensajero

por eso te ha enviado a protegernos y a guiarnos

por el camino correcto hacia el reino de los cielos.

Hoy no imploro ante ti para mi bien personal,

sino que dedico mi alabanza

a pedir que vigiles los pasos de mis hijos.

Porque anhelo sentirme tranquilo al no estar junto a ellos,

pues la dicha de saber que caminas a su lado

me hace merecedor de la paz que necesito.

Dios te ha enviado divino Ángel,

a proteger mi camino,

protege también el camino de mis hijos,

asimismo tómalos en tus brazos

cuando el paso esté muy rocoso

Y existan piedras filosas que puedan herirlos,

no permitas que sufran los

impetuosos golpes de la vida.

Mientras tanto mi Ángel Rafael,

con tus grandes alas abrígalos y acurrúcalos,

dales el calor en momentos de fuertes tormentas,

que tus suaves plumas impidan que el dolor

toque sus cuerpos y con tu bondad infinita

bendícelos todos los días.

También que sus mañanas sean frescas y brillantes,

que sus noches sean tranquilas y silenciosas,

y que su camino

esté lleno de bonitos paisajes y que ningún mal

pueda interrumpir su crecimiento espiritual

hacia la vida eterna junto a Dios.

Igualmente no permitas que agentes

de la maldad  ataquen a mis hijos,

que lobos vestidos de corderos confundan

su convicción, que personas malvadas

se hagan mentirosas y engañen a sus ojos.

y que ninguna brujería,

magia, hechizo o encanto empañe

el camino por donde día a día

han de pasar.

Además permite mi Amado Ángel,

que puedan aprender de Dios todos los días,

que refugien sus penas en la palabra santa

y que fortalezcan su fe en los principios y valores

que Dios nos ha enseñado.

Finalmente lleva mi petición ante Dios,

háblale de mi inmenso amor hacia Él

y cuéntales que mis hijos

han sido formados bajo sus enseñanzas de amor,

de respeto, de obediencia y de bien.

Siempre enfocadas en un espíritu humilde

de servicio a los demás

Porque eres mi guía Divino Ángel San Rafael,

y tu brillo ilumina mis pasos en esta dura labor

de la formación de mis hijos.

Por eso, permite que mis ojos puedan verlos

felices y realizados,

y sobre todo bendecidos

por Dios todos los días.

Amén.

[plegar]

¿Porque hacer esta oración de bendición?

Lo primero que debemos saber es que San Rafael es un ángel que puede ayudar al ser humanos a lograr un avance de las emociones y la salud del cuerpos. En concreto estamos hablando de uno de los siete arcángeles que se encuentra frente al Trono de Dios y su nombre tiene como significado “Curación de Dios”.

Con esto en mente las oraciones poderosas son una excelente idea para cuidar a nuestros hijos, ya que estas se logran por la intercesión con Dios. Básicamente al estar tan cerca de su trono esta oración a San Rafael es mucho más efectiva para bendecir a nuestros amados hijos. Por lo que si hacemos esta oración todos los días, la bendición será derramada hacia nuestros hijos siempre que seamos obediente a Dios en todo momento.